Estancia en Ca'Zan 15

(el blog no quiere colaborar con el interlineado... disculpen el apelmazamiento...)

Hoy dos dibus, porque no tengo ninguno para los dos siguientes ;D

Martes.


A las seis y pico estábamos ya despiertas... es lo que tiene que el cuerpo sepa que tiene que madrugar... se despierta antes... personalmente yo no dormí y menos cuando Zan puso tres despertadores, comentando que le costaba despertarse. En fin, arriba! Aprovecho el tiempo que tenemos de sobra para darme una ducha en lo que Zan se arregla. Tras desayunar, sacar a Odie y tal hacemos tiempo pensando qué hacer cuando estemos en Maspalomas, para aprovechar el día lejos de casa. Al fin nos pasan a buscar y enseguida estamos allí. Bueno, haremos tiempo hasta las diez, damos una vuelta, aprovechando para ver dónde están los restaurantes, para comer algo, ya dejaremos el pescado y demás para mañana. Qué bien, en un centro comercial cerca hay un Carolan para que Zan encuentre las cosas para su disfraz, qué ganas de verla disfrazada XD. Lamentablemente a estas horas salvo las cafeterías y las panaderías está todo cerrado, desayunamos opíparamente hasta que estamos cerca de las diez y tenemos que volver al lugar de la cita. Cuando estamos al llegar, se nos cruza un señor con un par de perracos enormes, un San Bernardo y un Dobermann, dos de mis perros favoritos, y al comentar lo lindos que son, el dobermann nos mira, con la lengua afuera, como si nos sonriese, agradeciendo el cumplido, más mono! XD

Esperamos, MUCHO rato... qué lenta es la burocracia, casi se me había olvidado... y eso que íbamos con cita... pero al parecer habían citado a varias personas más a la misma hora (menos mal que llegamos las primeras) y sólo había una chica atendiendo... lo de siempre, vamos... *ains* pos a esperar. Al fin le toca a Zan y tras darle un papelito, nos vamos, todas contentas. Todo está abierto finalmente y podemos echar un vistazo a las tiendas de disfraces. Pasamos por delante de un restaurante chino y casi no nos morimos de risa al ver el nombre "Casa Javier" ... Qué exótico! Wow, qué nombre más chino!... De verdad alguien va a comer a un restaurante chino llamado "Casa Javier"? Seguimos caminando hasta el centro comercial y volvemos un poco locas a las dos pobres empleadas, entre encontrar un cuchillo de carnicero y pululando por la tienda, esperando los mensajes del hermano de Zan de si le pagaba el disfraz o no.

Teme la ira de Cthulhu!

Al final compramos el disfraz, y una máscara y nos vamos a buscar vendas a una farmacia. Qué bien, justo las que necesitábamos y son baratas, genial! Justo cuando salimos de ver unas cuantas tiendas más, curioseando, empieza a llover, y nosotras sin paraguas! Pos nada, entramos en un multiprecios de chinos y pillo un paraguas baratillo de esos plegables, que resultó ser una chufa, que no abría bien del todo... ni se plegaba bien. Pero jopé con la lluvia! Cuando al fin escampa buscamos un restaurante, tras desayunar a las siete, ya a la una estamos hambrientas, y más habiendo estado toda la mañana pateando. Estábamos emperradas en ir a comer a un chino, pero teníamos la mala suerte de que todos estaban cerrados... Es un complot! Los chinos nos esquivan como si fuéramos muties (nos odian y nos teeeemeeeen)

Juraría que hace un segundo estaba abierto...

Llegamos hasta donde Cristo perdió la chancla porque habíamos visto otro cartel de restaurante y juré que como aquel también estuviera cerrado, me echaba a llorar... y cumplí, en mitad de la calle, lloviendo, solté un claro "BUAAAH!" postura quejumbrosa a juego Que sólo escuchó Zan, pero que provocó que le diera un ataque de risa que le duró varios minutos, causando la risa de unos empleados de un alquiler de coches cercano. Qué descojono! Terminamos yendo a comer a un buffet cercano, hasta las narices de buscar. Todo estaba muy bueno y comimos hasta reventar. Y qué nos encontramos al salir? EL GRAN BUFFET IMPERIAL! Un buffet de comida china, justo enfrente (por la puerta contraria por la que entramos) más barato y que llevaba abierto toda la mañana! Nos dio otro ataque de risa al sugerir que fuéramos a comer allí, pero no, lo mandamos a la porra, hartas.

Tras un paseito para bajar la comida cogimos un taxi para volver a casa de Zan y pasamos la tarde como siempre, descansando del pateazo que nos pegamos.

Continuará...