Lunes.
Nos espera un día repletito, así que aunque el frío no nos deje abandonar la cama, nos levantamos y nos preparamos para sacar a Odie. Joer, este perro se asfixia sólo intentando hacernos andar, tirando de la correa, parece Dark Vader en un día con asma...
Qué poca gana de ir en busca de una tapa nueva para el microondas... en fin, a fastidiarse. Empezamos por ir a desayunar, ya que nos hemos quedado sin pan y como que sólo un vaso de leche... no llena, aunque tenga café descafeinado dentro. Vamos a una cafetería cercana y desayunamos bastante bien, a pesar de que el empanado del camarero se equivoque con el Nestea de Zan y se lo traiga de limón y no de piña/maracuyá que era de lo que ella se lo había pedido en un principio. Al final, con la tarjeta preparada para pagar, me dice el camarero que no tienen máquinas para tarjetas... y yo sin un luro encima... al final paga Zan... hoy la compra corre de mi cuenta entonces. Pateamos el pueblo en busca de un cajero del que pueda sacar algo de pasta para emergencias como aquella (mira que no tener máquina de tarjetas... en pleno siglo XXI... troglodita! Un poco más y me hace pagar con semillas!) Al fin, un cajero de La Caja de Canarias a la vista! Mareamos al que está delante de nosotras en la cola, jugando a palabras encadenadas y tras sacar algo de pelas, seguimos la búsqueda de la Santa Tapa. Aleluya! En un “todo a 0’90” encontramos una que hasta hace juego con la cocina, pa’la saca! Nuestro periplo continúa, esta vez para volver a donde los supermercados a hacer las compras de hoy. Pasamos por delante de una cafetería, colocada en un nivel algo más arriba que el de la calle y desde la ventana, una señora mayor nos mira con aire chulesco.
Sí, envidia, quién tuviera nuestra gracia juvenil, vieja urraca!
Y seguimos el pateo! Al fin, llegamos al Spar, luego una parada por Mercadona y a casita que llueve. Hoy lasaña con atún (sí, se nos va a quedar cara de gato con tanto pescado pero qué pasa, está bueno!) y unos dulcitos mu majos que pillamos en una panadería cerca de donde desayunamos, ñaaaaaam.
Pasamos la tarde viendo un rato la tele y luego charloteando mientras dibujamos; sobre cosas para nuestros respectivos blogs, para los rpgs y demás. Entonces, como si fuera una peli con asesino con hacha, alguien toca a la puerta, una vez. Zan baja a ver por la mirilla a ver quién es y... no hay nadie... pasando de abrir, no sea que el de los cupones haya vuelto a por más. CÓMPRAME UN NUMERIIIIITOOOOO! Nos quedamos algo mosqueadas, pero reanudamos la conversación. Finalmente, más dormidas que despiertas, nos vamos a acostar.
4 comentarios:
jejejeje, es que la señora parecía una urraca XD pintá como una puerta
ay los dibujitos, me encanta :D
xDD Ays, sois geniales, me encanta el dibujete
XDDD Que buenoel bidujoooo XDDDDD
XD madre, q miedo la llamada anonima a la puerta, aunque con vosotras dos en casa, el miedo lo tendria que pasar quien la hubiera hecho... ya me imagino un "solas en casa" XD
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