Primera semana
Martes.
Hoy me venían a buscar, aprovechando que pasaban por Las Palmas para hacer unos recados. Qué nervios, casi no he podido dormir... (nerviosa sí, pero ni de coña dejo de dormir, con lo gandula que soy, mis al menos 7 horitas no me las quita nadie XD) Bañito, asegurarme de que todo está en su sitio, de que he dejado comida puesta para Murdoc (es mi hamster, ya pondré alguna fotillo de ese adorable bastardo) para que mi madre no se tenga que preocupar de él hasta dentro de un par de días. Weno, me quedo más tranquila, ya puedo relajarme hasta que me vengan a recoger.
Al fin llegan, arrastro el troley por la acera, joer, odio el sonido del traqueteo según pasa por encima de las baldosas... Oh qué justos, pasan por la carretera de enfrente cuando al fin estoy en el borde de la acera. Cielos! Se acerca la guagua (el autobús, por si hay algún peninsular entre los presentes), rápido! Colar la maleta, saltar dentro como si acabase de atracar un banco, ponerme el cinturón y al fin a salvo de colisionar con la mole amarilla puedo saludar a los padres de Zan y a ella y de nuevo agradecerles que me hayan podido recoger.
Un viajecito por carretera, charlando y bromeando, se hace cortísimo. Aparcamos delante de la casa de Zan, jope, hace tanto tiempo que no venía... anda, han pintado la balaustrada de la entrada, y han puesto cosas nuevas decorando la pared donde está la puerta! Ooooh.
Saludar a Odie, jo, me encanta este bicho (el perro de Zan, una monada de cosa rubia que no deja de lloriquear hasta que le haces mimos). Y al fin veo a Enya en persona (bueno, en gata), que nada más verme sale huyendo como alma que lleva el diablo.
Creo que exagera... un pelín.
Weno, me acomodo sin estorbar demasiado, viendo pasar a los padres de Zan de aquí para allá, maletas, ropa, trajín de cosas... sacar a Odie y al final pasamos gran parte de la noche hablando y contándonos las chorradas que nos gustan tanto. Intentamos dormir en su sofá-cama, con pocos resultados. De madrugada entra pseudo-sigilosamente su madre (tras tropezar la maleta con el marco de la puerta, su intención de no despertarnos se fastidia) para despedirse. Son las... no sé, la hostia de tarde, pero demasiado temprano como para llamarlo ya el día siguiente... y como nos desvelamos, nos ponemos otra vez de charleta.
Continuará...
3 comentarios:
XDDDD para llegadas espectaculares, las tuyas, chica, jiajiajia
Yo encantada de que estes conmigo ^^ con lo bien que lo pasamos siempre :D
Juaaaa, que bien narrado, me encanta XD
Esto parece un libro de viajes. de viajes asombrosos, claro está. Lo que me he podidoreir con lo de la guagua y el atraco. Y con lo de Enya. Jo, ¿es que no te conoce? Mira que sacar un crucifijo.
Me encanta como lo cuentas ;) Ahora espero la secuela: Estancia en Ca'Zan 2: Enya se pone mimosa :P
Pasalo bien!
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